Hay en la cabeza un murmullo, un zumbido, un silbido o un pitido: casi todo el mundo conoce el ruido en el oído. Comienzan de repente, se presentan con carácter persistente o a intervalos determinados, y son extremadamente desagradables.
Este ruido imaginario puede variar de tono, desde un rugido bajo hasta un chillido alto, y se puede oír en uno o en ambos oídos.
En algunos casos, el sonido puede ser tan alto que puede afectar la concentración o impedir
oír un sonido externo. Por otra parte, el zumbido puede estar presente todo el tiempo o puede ser intermitente.
En la mayoría de los casos desaparecen con la misma rapidez con la que se presentaron. Pero a veces no desaparecen. Es en estos casos cuando los médicos hablan de un acúfeno o tinnitus. No se trata de una enfermedad autónoma sino
un síntoma de trastornos muy diferentes.
Los acúfenos se diagnostican con mayor frecuencia en las mujeres y, si bien los niños también pueden padecerlo, la mayoría de las personas que los sufren tienen más de 50 años. Se identifican múltiples causas capaces de provocar
los irritantes ruidos prolongados que se conocen como tinnitus. Incluso existe un porcentaje de ocasiones en las que nunca se logra encontrar la causa exacta de su origen.
Entre las más relevantes se pueden destacar:
• Daño de las células ciliadas del oído interno.
• Pérdida de la audición relacionada con la edad.
• Cerumen en el oído.
• Síndrome de Meniere.
• Exposición prolongada a ruidos fuertes.
• Disfunción mandibular.
• Efectos secundarios de algunos medicamentos.
• Alto consumo de alcohol o cafeína.
• Tabaquismo.
Durante los últimos años el tinnitus se ha vuelto cada vez más común entre adolescentes y adultos jóvenes. Este aumento en los pacientes jóvenes que manifiestan sentir zumbidos en los oídos se relaciona principalmente con
la exposición creciente al ruido de los conciertos y al consumo de música a volumen excesivo durante períodos prolongados de tiempo.
Entre las complicaciones más frecuentes que afectan a las personas con tinnitus, se encuentran:
• Fatiga
• Estrés
• Problemas para dormir
• Dificultades para concentrarse
• Depresión
• Angustia e irritabilidad
•
Problemas de memoria
En diversos medios de comunicación e internet es posible encontrar gran cantidad de anuncios publicitarios que ofrecen un método para curar el tinnitus.
La realidad es que, excepto cuando el origen se debe a factores temporales
(como los efectos secundarios producidos por algún medicamento), al día de hoy no se conoce ninguna cura para el Tinnitus.
La buena noticia es que sí existe un tratamiento. En Audífonos Chile diseñamos
TinnitusOff, una terapia integral que combina el efecto de audífonos especialmente diseñados, que disponen de generadores de ruido digitales que permiten que los ruidos se perciban con una relajación cada
vez mayor, con un programa de sesiones de apoyo y acompañamiento al paciente.
TinnitusOff es un tratamiento integral enfocado en lograr que el cerebro deje de percibir los sonidos como molestos, logrando así una notable mejora en la calidad de vida de los pacientes. Consta de cuatro
etapas:
• Exploración del acúfeno
• Evaluación personalizada del paciente
• Adaptación de audífonos
• Tratamiento con Terapia de Reentrenamiento de Tinnitus (TRT)
hasta encontrar el efecto de enmascaramiento
apropiado.
¿Quiere saber más sobre TinnitusOff?
Sea positivo;
intente contrarrestar pensamientos negativos con otros positivos.
Aprenda técnicas de relajación y practíquelas diariamente. Haga de ello parte de su vida cotidiana.
Utilice música, radio o televisión como sonido de fondo, incluso cuando no esté prestando atención.
Escuche cintas de naturaleza, especialmente aquellas con sonidos de agua, mar, lluvia, cascadas, arroyos, fuentes.
Corra o camine, para acentuar su alegría de sentir movilidad. El ejercicio reduce stress.
Cante y tararee; su propia voz puede ser beneficiosa para activar el enmascaramiento de los zumbidos en el oído.
Tocar un instrumento musical puede resultar ser un gran alivio para un afectado de Tinnitus.
Revise posibles problemas dentales, asegúrese de no tener problemas temporo‐mandibulares (TMJ).
Mantenga una dieta sana,
baja en sal.
Pruebe terapias de relajación complementarias a la TRT, como por el ejemplo el taichí, yoga, masaje, acupuntura o reiki.
Emplee audífonos o habituadores dependiendo de cada caso e inicie una terapia de rehabilitación.
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